miércoles, 20 de agosto de 2014

De la mano de El Niño llegarán más lluvias, frío y tormentas

El fin del invierno y el comienzo de la primavera seguirán brindando días esplendorosos, para disfrutar en las playas. Pero la situación se invertirá poco después, desde octubre, principalmente en el litoral oeste y en el norte del país.


En el último trimestre de este año aumentarán los días en los que el tiempo se presentará lluvioso, y en más de una ocasión se deberá emitir la advertencia naranja del Instituto Uruguayo de Meteorlogía.
Además de tormentas eléctricas, está previsto que las temperaturas sean notoriamente más bajas respecto a las habituales para tal época.
El experto en climatología Mario Bidegain confirmó eso a El País, y explicó que se deberá al fenómeno del Niño.
Está claro que aumentarán los montos acumulados de precipitaciones en cada mes, pero dependerá de la intensidad con que se presente el mal tiempo para que haya una seguidilla de inundaciones.
"Lo único bueno de todo esto es que ya se está anunciando a nivel internacional que la fase cálida del fenómeno de El Niño será débil. No se puede comparar con lo que ocurrió en 1997 y 98, donde hubo excesos de precipitaciones en toda la cuenca del Plata", sostuvo Mario Bidegain.
En referencia a la variación de las temperatura, indicó que estarán por encima de lo normal al comienzo de la primavera y por debajo al inicio de la temporada estival.



Lo que está sucediendo ahora, con altas temperaturas al final del invierno, es lo que esperábamos", dijo Bidegain.
Entre octubre y diciembre, de tres días de tormentas habituales, se pasará a seis, según las estimaciones.

Por américa.

El ciclo de El Niño tiene lugar por lo menos cada dos años, cuando las suaves corrientes de viento en el océano Pacífico originan el calentamiento del agua a lo largo de la costa suroeste de Sudamérica. Eso genera tormentas en la parte tropical este del Pacífico, cambiando los vientos y alterando el comportamiento de las precipitaciones en muchas zonas del planeta.
Datos del National Climatic Data Center enseñan que el comportamiento de El Niño es irregular. Pero lo cierto es que se asocia con lluvias, al contrario de La Niña, el ciclo que le sigue y se caracteriza por enfriar el agua y traer sequía.
En América en general, se considera que todavía es muy pronto para determinar con exactitud cuál será la intensidad de El Niño. Se adelantó que podría ser entre leve o moderada, aunque faltaría determinar variables como la magnitud de la corriente cálida del mar que está llegando al continente, la intensidad de las ondas Kelvin que generan un incremento de la temperatura del mar, y la fuerza del Anticiclón del Pacífico, que podría enfriar el agua.
Investigadores oceanográficos andinos han dicho en cambio que las condiciones del océano Pacífico se asemejan a las que antecedieron al severo fenómeno de El Niño de 1998.
Especialistas peruanos han determinado que la temperatura, salinidad y nivel del mar por encima de sus valores normales, así como la intensidad y dirección de los vientos que se registran en las costas de aquel país, son factores que podrían desencadenar efectos graves.

Por el plata.

El Comité Departamental de Emergencias de Paysandú, en donde ocurrieron las últimas inundaciones más severas, no ha emitido opinión sobre las previsiones meteorológicas para el último trimestre de este año.
Pero sí se pronunció antes, cuando informes argentinos alertaron sobre posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata entre agosto y octubre. En ellos se apunta que podrían crecer nuevamente los ríos que la integran.
El análisis publicado en la página de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), recoge el último informe del Instituto Nacional del Agua (INA) y la Dirección de Sistemas de Información y Alerta Meteorológico (SiyAH), del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, de Argentina.
Entre otras cosas quedó recomendado que frente a la probabilidad de lluvias por encima de lo normal, que alcanzaría a una parte del territorio uruguayo, y los altos niveles de todos los ríos, debería realizarse un monitoreo muy preciso y detallado en los próximos meses.
Puntualmente se establece que los ríos Paraguay, Paraná, Iguazú y Uruguay tienen caudales por encima de lo normal debido a las intensas lluvias registradas en julio.
El Comité Departamental de Emergencias de Paysandú aseguró que no toma en cuenta otros informes que los provenientes oficialmente del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) y dentro de ese marco, de la Represa de Salto Grande.
Aunque no se resta importancia al informe, se afirmó que de aquí a fin de año no se prevé la ocurrencia de lluvias de tal magnitud que provoquen una nueva inundación.
Sí se expresó que en un informe de coordinación generado por organismos de Argentina, Brasil y Uruguay, hay un pronóstico de lluvias por encima de lo normal en febrero de 2015, lo que podría provocar nuevas inundaciones.

Mito del temporal de Santa Rosa

En Uruguay es tradición esperar que cada 24 de agosto, pocos días antes o pocos después, se desarrolle un temporal gigantesco como el que ocurrió en 2005.
"Santa Rosa no falla", es la típica frase que se acostumbra decir aun en contra de todos los pronósticos meteorológicos.
Según estudios estadísticos, fueron apenas 16 las ocasiones (en 142 años de registros), en que se desarrolló un episodio que pueda clasificarse como temporal.
Para los próximos días, y teniendo en cuenta la creencia popular que ha llegado a ser habitual título de diarios, Metred Uruguay, un sitio no oficial de previsiones climáticas, adelanta que mañana se presentará un frente estacionario que afectará la zona costera, produciendo precipitaciones con probabilidad de tormentas aisladas.
Para el sábado 23, la aparición de un frente frío desde el SW al NE favorecerá que ese día, y también el domingo, las lluvias y tormentas afecten al sur del río Negro, encaminándose luego hacia el norte del territorio uruguayo, en donde el mal tiempo se presentará sobre todo el domingo.
Entre el lunes y el martes, la presencia de una depresión atmosférica provocará otra vez precipitaciones al sur del río Negro, principalmente la franja costera.
Desde el 24 comenzará a incrementarse la fuerza del viento, amainando el 26.
Hasta el momento, en cambio, se anuncia que no está dada la configuración para confirmar si existe o no la probabilidad de tormentas intensas entre el 23 y el 25 de agosto en diferentes zonas de Uruguay.
Durante el día 24 sí comenzará a aumentar la intensidad del viento, llegando el lunes a su máxima velocidad, con rachas que podrían alcanzar los 80 kilómetros en general, aunque podrán ser superiores en la región sureste.

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