lunes, 11 de agosto de 2014

Revitalizan memoria de Dionisio Díaz

Habitantes del Pueblo Mendizábal, en Treinta y Tres, trabajan contra el olvido de la historia de Dionisio Díaz. Ganaron un concurso y el dinero lo invertirán en difundir la historia del niño que en 1929 salvó a su hermana.


Cabalgatas hasta donde vivió y por la senda que transitó con su hermana en brazos. Archivo.



La historia del niño de Arroyo de Oro (actualmente Mendizábal) es una de las más conocidas y contadas en Uruguay en los últimos 85 años.
Una historia a la que hasta no muchos años atrás los niños accedían a través de textos y relatos orales de maestros, familiares y amigos, pero que más recientemente gente de Treinta y Tres percibió que las nuevas generaciones desconocían.
"Una vez llegué a una escuela que se llamaba Dionisio Díaz y no sabían quién era. Fue por esa desinformación que comenzamos esta tarea de hormiga y que va surtiendo sus efectos. No podemos ser tan insensibles de dejar apagar una historia como ésta, sería una forma de olvidarse de sí mismo", dice Omar Mesa, quien investiga y difunde la historia de Dionisio Díaz desde hace más de una década.
Mesa junto a un grupo de personas de Mendizábal presentaron un proyecto con ese fin y que fue uno de los diez ganadores de "Cosas de pueblo", una iniciativa de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, en el marco del plan Uruguay Integra, que se ejecuta con fondos de la Unión Europea.
Con el dinero harán mejoras en las taperas y senda de Dionisio Díaz, organizarán caminatas y cabalgatas al lugar, recorrerán escuelas relatando la historia, editarán el libro El Oro, un pueblo con historia, realizarán un audiovisual, presentarán una muestra audiovisual (ritmos tradicionales) y generarán espacios de entretenimiento recreativo.
En mayo de 1929, con 9 años y herido gravemente por su abuelo -quien asesinó a su madre-, Dionisio Díaz caminó una legua a campo traviesa llevando en brazos a su hermana Marina, de pocos meses de vida, a quien entregó sana y salva en Mendizábal poco antes de morir.
Mesa dijo que el monto que se les aportará es cercano a los $ 300.000 y que se invertirá fundamentalmente en "equipamiento para el desarrollo del proyecto", lo que incluirá cámaras fotográficas, filmadora, guitarra acústica, equipo de amplificación, computadora y equipamiento para la biblioteca en formación en el centro comunal Mendizábal.
El proyecto tiene conexión con la escuela número cuatro Pequeño Dionisio y el grupo cultural y ecotradicionalista El Mangrullo, de Mendizábal.
Mesa afirmó que el objetivo principal del proyecto es "la difusión de la hazaña de Dionisio Díaz". "Primero lo hicimos en las escuelas del departamento con el apoyo de la Intendencia de Treinta y Tres y luego comenzamos a difundirlo en el resto del país". Las visitas a escuelas incluyen no sólo la difusión de historia, sino también charlas didácticas sobre ritmos tradicionales a cargo de Mesa, que es profesor de guitarra y cantautor.
Además de recorrer escuelas fundamentalmente rurales en diferentes departamentos, el primer desafío a cumplir es visitar las 17 escuelas rurales que hay en el país con el nombre Dionisio Díaz. "Llevamos visitadas 14. Nos queda Rocha, Florida y Cerro Largo", comenta entusiasmado Mesa y adelanta que a fines de agosto harán una actividad en una escuela rural de Paso del León en Artigas.

Taperas y sendas.

Otro aspecto relevante del proyecto llevado adelante por estos habitantes de Mendizábal es lo referido a la propia zona en que ocurrieron los hechos.
Esto incluye la preservación de los restos de las taperas donde vivía Dionisio Díaz y su familia, a pocos kilómetros del pueblo, del entorno y la senda que recorrió Dionisio Díaz. "Investigamos durante seis años y encontramos la senda por donde habría venido con su hermanita, que ahora está marcada con mojones", contó Mesa.
"Hemos hecho mejoras, se colocó un monumento donado por una persona que vive en Maldonado y continuamos con el homenaje que se hace todos los ocho de mayo", además de "seguir investigando en la memoria colectiva de los vecinos del lugar", dijo. "Eran cuatro ranchos de terrón que se caen sobre sí mismos por las inclemencias del tiempo. Lo que queda son montículos de tierra de esos ranchos que me costó encontrar porque estaba todo abandonado", agregó.
Relató que "solo quedaban dos cruces que alguien puso piadosamente por los dos cuerpos que se encontraron sin vida en el lugar y bien marcados los montículos de cuatro ranchos".
Dijo que esas tierras fueron compradas por multinacionales para forestación, pero con la intendencia y los administradores se logró que "se respete el lugar, nos dejan transitar la senda y visitar las taperas".
Por la senda que habría recorrido Dionisio Díaz se hacen cabalgatas y caminatas todos los años. "Por diferentes caminos la gente va en peregrinación, se visita el lugar, se da una charla y los presentes reflexionan sobre por qué mantener en la memoria esta hazaña. Luego volvemos a Mendizábal por la senda recreando su regreso", expresó Mesa.
"Después que salimos a recorrer el país se da de gente que nos solicita y hacemos cabalgatas o caminatas guiadas", acotó.
En Mendizábal viven unas 120 personas, hay un complejo de Mevir y está sobre la Ruta 18 a 30 kilómetros de la ciudad de Treinta y Tres. Mesa relató que de cada lugar que visitan se traen "un archivo de la región que pedimos y nos dan los maestros y habitantes" y con lo que forman un archivo en el pueblo.

Difusión.

Pocos tiempo después del fallecimiento de Dionisio Díaz, el periodista de El País, José Flores Sánchez, hizo conocer esa historia que pasó inadvertida y que tras su publicación se conoció y difundió por todo el país. Flores Sánchez editó el libro El Pequeño Héroe del Arroyo del Oro, en el que hizo un pormenorizado relato de lo ocurrido.
Posteriormente se publicaron otros libros referidos a Dionisio Díaz. Entre los últimos, uno de Matías Castro (Las dos muertes de Dionisio Díaz) que plantea la posibilidad de que el niño haya sido herido por un desconocido y no por su abuelo, y otro de Raúl Ronzoni (Criminales) con el expediente judicial del caso con el que el autor asegura no haber dudas de que el homicida fue Juan Díaz, abuelo del niño.
Marina Ramos es la hermana que Dionisio Díaz salvó esa trágica jornada de 1929. Está jubilada y vive en un barrio de la ciudad de Treinta y Tres.

Intendencia de Treinta y Tres respalda recordación del hecho

El intendente de Treinta y Tres, Dardo Sánchez, es un apasionado de la historia de Dionisio Díaz y desde su cargo actual respaldó las iniciativas referidas a su memoria.
"Me parece que los valores que pregonó la epopeya de Dionisio son universales e inmutables en el tiempo. En una sociedad tan complejizada como la que vivimos ahora, revitalizar esta epopeya, la tragedia y lo que nos dejó es buena cosa", comentó.
La Intendencia de Treinta y Tres apoyó la realización de charlas referidas a Dionisio Díaz en las escuelas del departamento. "Después se comenzó a trajinar por todas las escuelas que por ley llevan el nombre de Dionisio Díaz, incluso las que están en los lugares más recónditos para plantear, recordar y revitalizar esta historia", dijo el jefe comunal. "Lo que sacamos en conclusión de esa epopeya se tiene que dar a conocer a los niños, que la mayor cantidad de gente sepa que un chiquilín dio la vida por su hermanita de pocos meses. Esa es la gran fortaleza de Dionisio", concluyó.

Programa "Cosas de pueblo"

El programa Cosas de Pueblo apoya a proyectos provenientes de localidades de menos de 3.000 habitantes y busca mejorar su potencial cultural e identitario.
Uno de los proyectos ganadores es de La Paz (Colonia) que busca "contribuir al estímulo y fortalecimiento de la cohesión social de La Paz y su sentido de pertenencia". Incluye el rescate y reformulación de la fiesta "El Bodegón", la realización de un fogón a orillas del río Rosario y recorridas guiadas por dicho río.
Otro proyecto ganador es Las Cañas (Cerro Largo) que busca "promover el potencial cultural e identitario de la localidad mediante la construcción de un espacio comunitario que incluya actividades para niños y adultos".
Casa Blanca (Paysandú) fue otro de los pueblos elegidos. Su proyecto apunta a "fomentar la identidad local" y "revalorizar la riqueza patrimonial". Pretende concretar una Fiesta de la Integración, realizar una gran escultura que sea múltiple cápsula del tiempo y un documental de Casa Blanca, con recopilación de anécdotas e historias del lugar y la gente, entre otras actividades.
El proyecto de Castellanos (Canelones), elegido entre los diez ganadores, prevé la difusión del acervo criollo a través de la danza folclórica. Con el dinero que aportará la Unión Europea se comprarán telas para confección de vestuario, calzado y bombos, se organizará una gira local y departamental, una muestra permanente y banners recogiendo la historia y cultura local.


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