lunes, 9 de marzo de 2015

Apple entra en el mundo del lujo con su reloj


El complemento para la muñeca, el Apple Watch, solo funcionará con iPhone




El precio, desde el primer producto, ha sido siempre la mayor frontera para entrar en el universo Apple. Sucede con sus ordenadores, con sus móviles y con sus tabletas. Con su reloj mantienen esta línea y va un paso más allá. Apple quiere un papel relevante en el sector del lujo. El modelo más caro, con acabado propio de una joya, supera los 1.000 dólares. 350 dólares es el precio frente a los 200 de la mayoría de los que funcionan con Android, una forma de ganar cuota de mercado desde el primer momento.
Desde dos horas antes de la apertura de puertas, la cola con los escasos invitados, entre los que se encuentra EL PAíS, se mezclaba con grupos de curiosos y fanáticos de la marca que querían saber de primera mano cómo es el tan esperado reloj. El lugar escogido en esta ocasión es un centro cultural en el corazón de la ciudad, el Yerba Buena Center, un teatro en el que se representan todo tipo de obras y conciertos. Una forma de realzar la importancia del lanzamiento fuera de la sede de Cupertino. El iPad Mini también nació en un teatro en la zona antigua de San José.
La mecánica del Apple Watch, que solo funcionará con el iPhone, encaja con la vieja idea de Apple que impulsa a pensar diferente. En lugar de hacer transiciones de pantalla arrastrando de una a otra, o un menú infinito para llegar a la aplicación deseada, juega con un viejo elemento, clásico: la corona del lateral para acercar o alejar los programas creando una superficie ficticia que se explora moviéndolo por la pantalla. "Es el mejor dispositivo personal que hemos lanzado nunca", ha asegurado Tim Cook.
Tim Cook abrió dando protagonismo a China, el gran granero de nuevos cliente de Apple. En total han abierto 21 tiendas en lo que va de año, ya alcanzan 453 en todo el mundo. Dio muchos rodeos hasta llegar al “nuevo miembro de la familia, que no lo llevas, sino que va contigo”.
“Una manera revolucionaria de conectar con los demás”, dijo con la grandilocuencia que acostumbran. Hay que reconocer aciertos: no hay que ponerlo en hora nunca, se adapta fácilmente al gusto del dueño, incluso con animaciones.
Las notificaciones se llaman ‘glances’, algo así como ‘vistazos’ en español. Desde citas en el calendario, al pulso o mensajes de correo y SMS.
Como suele suceder, este no es el primer reloj inteligente que sale al mercado. Apple suele esperar para hacer un propuesta algo más avanzada que una distintas tecnologías que ya usan otras marcas. Hay quien lo intentó antes. Como Pebble, una startup que apostó por Kickstarter para conseguir financiación y ya va por su segunda hornada. Su gran acierto: hacerlo resistente al agua y con una batería que alcanza una semana lejos del enchufe.
Sony lleva tres ediciones distintas, pero solo se entiende con Android. LG llegó poco más tarde. Motorola, con Moto 360, un reloj de 250 dólares, es la que más se ha acercado al éxito. Salió este verano al marcado y agradó por ser esférico y medir con acierto el ejercicio físico. Apenas se ha llegado al millón de unidades vendidas. Una cifra muy corta para lo que estiman los analistas: más de 14 millones de unidades en el primer año.
Sherri Scribner, analista de Deutsche Bank, asegura: “No sé estimar si será un gran éxito o algo verdaderamente rompedor”. Al mismo tiempo, considera que su mayor fortaleza, su arma secreta para convertirse en una fuente de ingresos relevante para la empresa, es el sistema de pago: “El mercado de las transacciones tiene mucho que mejorar y progresar todavía, pero posicionarse el primero es una ventaja”.
La intención de Apple es clara: volver a romper un negocio existente con una propuesta rompedora. Así lo hicieron con el iPod y la industria de la música. También con el iPhone y la telefonía. El iPad no lo ha conseguido con el mundo editorial, pero sí ha hecho perder gran parte de su cuota de mercado a los vendedores de PC. Con el reloj entran, otra vez, en un sector que desconocen, pero pretenden cambiarlo para siempre. Esta exigencia de innovación constante, estos cambios se han dado en los últimos diez años, tiene una doble lectura. Aunque comienzan con una posición de privilegio en el mercado, son los que crean nuevas categorías de producto, rara vez terminan de explotar por completo. Basta como ejemplo citar que los aparatos con Android lideran las ventas de móviles y tabletas en todo el mundo. No parece importarles siempre que la renovación constante les acompañe y su modelo sepa mantener el halo de objeto de deseo. Su primer reloj con alma de joya lo es.

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