miércoles, 1 de abril de 2015

Cuatro semanas de tensiones internas y paz empresarial

Casi no habló ni hizo anuncios en los primeros 30 días, pero generó varios hechos políticos fuertes




Tabaré Vázquez intentó mostrar su impronta desde el momento en que fue investido como presidente. Ni bien asumió, ordenó que al día siguiente a las ocho de la mañana todos sus ministros estuvieran trabajando. Hacer más y decir menos, fue la regla impartida a la interna del equipo de gobierno.
Y Vázquez marcó el camino. En su primer mes de gestión, que estuvo marcado por distintas contingencias políticas, económicas y diplomáticas, solo realizó declaraciones públicas en dos oportunidades, y en ningún caso fueron sobre temas que definan políticas clave del gobierno. Ni siquiera salió al cruce de la ministra de Educación, María Julia Muñoz, cuando la jerarca descartó la promesa electoral de universalizar la cobertura educativa. Lo hizo en privado. Así marcó un cambio de estilo con su antecesor, José Mujica (2010-2015), quien se mostraba a diario en los medios opinando acerca de todos los temas.
En materia legislativa, remitió al Parlamento nueve proyectos de ley en su primera semana y reunió a legisladores con actores sociales para preparar una ley contra el consumo abusivo de alcohol. También resolvió, no sin problemas, la integración de entes y de servicios descentralizados.
Además generó una luna de miel con empresarios, quienes levantaron por un año la queja presentada ante la Organización Internacional del Trabajo. El presidente buscará afianzar esa relación la próxima semana cuando visite a las cámaras empresariales.
Los problemas
Sin embargo, en el correr de marzo aparecieron episodios que alteraron el orden del riguroso método vazquista. El cierre de la empresa Ecolat, que dejó 400 desempleados; un cruce diplomático con el presidente venezolano, Nicolás Maduro; la firma de un decreto sin aviso a los legisladores con cambios al modelo de gestión del Fondo de Desarrollo (Fondes), un error de redacción en un proyecto de ley considerado clave sobre el Impuesto de Primaria, y los primeros paros docentes también marcaron el inicio de la segunda administración de Vázquez.
De ninguno de dichos temas Vázquez habló en público. El error de redacción fue zurcido de inmediato sin levantar polvareda en lo que fue un desencuentro entre el anuncio del presidente en la cadena de radio y televisión del 1º de marzo y lo redactado por el Ministerio de Economía. Respecto de las declaraciones de Maduro actuó la cancillería. En tanto el decreto del Fondes, que abordó un tema sensible al MPP, apareció sin un anuncio previo, cuando en cambio Mujica solía colocar cualquier tema antes en la opinión pública para luego resolver. Acerca del presupuesto y su austeridad habló en público el ministro de Economía, Danilo Astori.
Los mensajes a la oposición los pasó el vicepresidente, Raúl Sendic, y, a la interna, lo hizo en el Consejo de Ministros o a través de operadores políticos. En otras ocasiones, como el decreto del Fondes o la bajada de pulgar a Beatriz Silva para la secretaría general del Ministerio de Salud –informada por El País–, actuó sin titubear.
Baja exposición
En ninguna de las semanas que lleva como presidente fue la persona pública con mayor exposición en la televisión, según informes de la consultora Foco.
Incluso en la primera semana de marzo, Mujica –que asumió como senador y se integró a la campaña municipal– duplicó en segundos la presencia de Vázquez.
El mandatario tuvo oportunidades de salir públicamente con anuncios pero prefirió mantenerse por lo bajo. En medio de la crisis láctea por el cierre de Ecolat acordó con el presidente cubano, Raúl Castro, que su gobierno instale en Uruguay una fábrica de leche entera en polvo. Ese día no hubo anuncios. También tuvo un acercamiento con la oposición al recibir a sus dirigentes en Torre Ejecutiva, pero el vocero fue Sendic.
Su primera salida pública fue el 9 de marzo durante una ceremonia por el Día Internacional de la Mujer. Vázquez desató la ira de grupos feministas cuando afirmó que el tabaquismo mata más mujeres que la violencia doméstica, algo que los números avalan. “Ni el sida ni la tuberculosis, ni la violencia doméstica, ni el alcohol ni las drogas, ni los accidentes de tránsito; ni todo eso sumado las mata como las mata el consumo de tabaco”, dijo.
Distintas organizaciones feministas rechazaron esa declaración. Ese día, a la noche, durante una manifestación por la misma celebración, militantes de la causa criticaron al presidente.
Pasaron dos semanas para que reapareciera en público. Fue en Maldonado durante la primera sesión del Consejo de Ministros fuera de Montevideo, que transcurrió sin anuncios de relevancia. Allí, al presidente lo consultaron sobre si la presencia del gobierno se debía a que en ese departamento el escenario electoral previo está parejo entre el Frente Amplio y los blancos. “Estoy hablando en serio”, dijo en tono cortante.
Un estilo
Las escasas apariciones públicas y la ejecutividad forman parte de aquellos puntos de contacto más visibles entre la actual gestión y la primera presidencia de Vázquez (2005-2010). Sin embargo, algunos elementos de la coyuntura hacen pensar en un escenario político distinto, sobre todo a la interna.
Las tensiones entre el presidente y el MPP, el grupo de Mujica que tiene 30 de los 66 legisladores oficialistas, fue una muestra de lo que puede ser el vínculo del mandatario con el Parlamento.

http://www.elobservador.com.uy/

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