La confesión que determinó el procesamiento de Eugenio Figueredo, abrió paso a que la Justicia comience una indagatoria ampliada que incluye escribanos, contadores, cambistas, agentes inmobiliarios y responsables de una empresa constructora al menos, quienes tuvieron parte en el “lavado” de al menos cinco millones de dólares, que Eugenio Figueredo logró obtener de forma ilegal durante su gestión y con los que adquirió propiedades inmobiliarias que han sido ya embargadas..
La jueza Adriana de los Santos y el fiscal Juan Gómez, buscan develar toda la trama de corrupción que durante años “lavó” una fortuna, proveniente entre otros orígenes que se investigan, de las empresas T&T Sports, Torneos y Competencias y Full Play, algunos de cuyos directivos están imputados ya en la justicia norteamericana.
El ahora procesado “reconoce haber recibido cifras millonarias por la actividad ilícita descrita, volcándolas al mercado en transacciones por lo general inmobiliarias, para lo cual convirtió, con la cooperación de la empresa Weiss Sztryk Weiss, el producto de su actividad ilícita, ingresándolas al mercado regular de la economía uruguaya” señala el dictamen del fiscal, parte del cual publica el diario El Observador.
En el juzgado habría otra “pronta investigación”
El fiscal se aprestaba antes de Navidad a pedir a la jueza una “pronta investigación” de la casa cambiaria que empleó Figueredo para recibir los giros de dinero irregulares, así como de la compra de sociedades anónimas que usó para distintos negocios. Los escribanos serán según parece, foco principal de la tarea indagatoria, ya que en ningún momento hubo reporte alguno de sospecha por acciones tendientes a lavar fondos, tal cual obliga la ley a estos profesionales.
Para la fiscalía se alcanzó a desarrollar una trama de corrupción “sin parangón (la que) azotó al fútbol sudamericano en impunidad, que se ha mantenido durante décadas”.
Figueredo ha involucrado en las coimas cobradas a todos los presidentes de asociaciones de la Conmebol, incluyendo al ex presidente de la AUF, Sebastián Bauzá, pero dijo que los empresarios uruguayos no le pagaron, tampoco Francisco Casal que “jamás en la vida” le habría pagado nada.
Después de su procesamiento y traslado a Cárcel Central, Figueredo se descompensó por lo que debió ser internado en la Asociación Española
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